nuestra existencia...

Fuimos un par de pubertos buscando amor a la salida de la escuela secundaria, fuimos dos personas totalmente diferentes, sin saber que existiamos, no nos conociamos y ni siquiera nos importaba conocer a alguien que no sabiamos si existia y ni nos importaba su existencia. solo viviamos siguiendo nuestro "Destino", siempre tras de esa estupida idea de la experimentacion, tratando de conocer, de abrir nuestras mentes, queriendo ser aceptados, aprendiendo a fumar, probando nuestra primer cerveza, nuestra primera vez en la cama y hasta nuestra primer filia, ¿como demonios ivamos a saber que el amor aun no llegaba y que teniamos que esperar mas?, pero es que eramos expertos en ser inexpertos, , eramos demasiado intuitivos en tomar decisiones equivocadas. siempre caminando sin la sombra de un buen consejo, uno sabio y uno verdadero. la influencia jugaba con nosotros a su gusto. ambos en diferentes situaciones, en diferentes lugares y con diferentes entes. y el destino al vernos sonrio maliciosamente, mojandose los labios y frotandose las manos, asociandose con la influencia; por que nosotros dos eramos sus presas: a mi me mandaron al laberinto de la soledad, lugar donde habito toda su vida un poeta, y ati te insitaron a probar de todos los pecados existentes e inexistenetes, para despues condenarte a las llamas del arrepentimiento en una celda que esta alado de la de judas. en tanto que yo entraba en locura, caminaba sin sentido y en circulos, y siempre con el terrible miedo de jamas poder salir de ese maldito laberinto.

Y asi eran nuestros dias, siempre con esa opresion en nuestro hueco pecho, andando sin mucho sentido, de vez en cuando se nos acercaban personas disfrazadas de amigos, amantes, hasta de amor, con su absurda idea de querer ayudarnos a salir de nuestros tormentos, pero no eran mas que simples mortales obscenos, queriendo involucrarse, enterarse de una vida ajena. entonces, cuando el destino creyo que era momento de disfrutar lo que ya habia cocinado, nos conocimos, tu ami, yo ati, antes nos habiamos cruzado, nos habiamos dejado ir, culpa nuestra no era, todo era en corde del maldito plan del destino, que hasta que lo creyo prudente permitio ese encuentro que era inevitable... por un momento habia encontrado la salida al laberinto y tu habias encontrado la calma, el descanzo de tanto sufrirpor pecados ajenos, lo habias encontrado entre mis flacos brazos.
pero tan solo lo HABIAMOS ENCONTRADO, por que en si volvimos aser encerrados como si fuesemos profugos de una justicia injusta, nos tuvimos, nos disfrutamos, pero todo fue relativo, una probada de lo que se sentia la felicidad absoluta (nada es absoluto. todo es relativo) : pero entoces tu fuiste alcanzada por tu pasado, por tus malditas culpas que ni siquiera eran tuyas, solo te las prestaron, y por lo tanto, no se si por voluntad propia o por las situaciones, regrese al laberinto que ya hasta habia aprendido a apreciar. y si, nuestra existencia siempre ha sido un juego: primero la pareja perfecta y despues los mas infelices del mundo... aun estamos en el mismo juego, pero creo ke el destino ya se chingo, el destino, al menos a mi, ya no me mueve,, seguire lo que me de mi regalada gana, y tu, t recomiendo ke tomes tu decision, ke lo hagas ya, pero no en base a tu destino, en base a lo ke realmente kieres, tu mi imaginaria.

http://www.introimagen.com/trovadictos/leonel/mp3/Leonel_Soto_-_Imaginaria.mp3

IMAGINARIA -leonel soto

Bienvenida (mi fiel imaginaria) a mi prisión,
en donde me desnudo de razón,
y mientras te imagino,
te viertes en alcohol a mis heridas.
Y dueles cuando empiezas a curar,
no tienes rostro pero sí un hogar
a donde noche a noche
te invito a desvelar mi soledad...

Te presiento y busco tu mirada alrededor,
pero la multitud te devoró,
suspiro un "hasta luego"
(el dia del encuentro no era hoy).

El patíbulo me espera en casa,
mis pasos me arrastran, yo no llevo prisa,
a veces me sorprendo en mi sonrisa...
al respirarte cerca, en mi lejanía,
al volverte a imaginar...

Un mal día, por sobredosis de infelicidad,
creí reconocerte en alguien más,
le puse tus vestidos,
le di tus besos, le hice tus canciones,
y fué tan miserable su traición
que me volví un maestro del rencor,
quizás, cuando me salves,
le pueda compartir de tu perdón.

Porque sé que vas a perdonarme
ésta confusión que me llevó al abismo,
ya quiero hacerte parte de mis ritos:
tu ropa en mi piso,
tus pechos en mi boca,
tu temblor al terminar...

Soy un sol vagante y solitario,
tú, la luna que le falta a mis mareas,
pero mientras llega el día que nos eclipse...

Aguarda, imaginaria,
yo también existo...

Imaginame también...

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