“De alguna manera me siento como un extraño, me siento un inútil, una cucaracha”. Erase una vez un reino de cosas olvidadas, comida inservible y lugares recónditos. Ahí vivía penosamente un grupo de nobles cucarachas, estas se limitaban a salir de paseo solo cuando los demás habitantes dormían, así ellas no incomodaban con su presencia. También eran muy serviciales ayudando voluntariamente a la infraestructura del reino, construyendo viviendas y limpiando esas horribles manchas de Pinol o Cloralex. Trataban de mantenerse pulcras y presentables a pesar de su condición de cucaracha. Se conformaban con recibir las sobras que los demás seres económicamente activos les dejaban. Siempre perseguidas, siempre mal vistas, siempre escondidas de todos. Si. Los regímenes de este reino se basaban mas en clases sociales que en las buenas o malas intenciones de los habitantes, por lo tanto, uno de los principales asuntos en la agenda de gobierno era la situación residencial de ...
Buscando por el bajo mundo de internet, me tope con este texto, escrito por Rubén Darío, en el cual hace gala de su excelente habilidad para escribir y nos deleita con un ¿cuento, poema?. No se como llamarlo, lo bueno de eso es que lo escribio con la pura letra a, sin mas ni menos aqui esta: AMAR HASTA FRACASAR Trazada para la A La Habana aclamaba a Ana, la dama más agarbada, más afamada. Amaba a Ana Blas, galán asaz cabal, tal amaba Chactas a Atala. Ya pasaban largas albas para Ana, para Blas; mas nada alcanzaban. Casar trataban; mas hallaban avaras a las hadas, para dar grata andanza a tal plan. La plaza, llamada Armas, daba casa a la dama; Blas la hablaba cada mañana; mas la mamá, llamada Marta Albar, nada alcanzaba. La tal mamá trataba jamás casar a Ana hasta hallar gran galán, casa alta, ancha arca para apañar larga plata, para agarrar adahalas 1 . ¡Bravas agallas! ¿Mas bastaba tal cábala?. Nada ¡ca ! ¡nada basta a tajar la llamada aflamada! Ana alzaba la cama al ac...
"el cantinero sabe todo". El bar estaba vacio, mi amigo y yo nos dispusimos a terminar la tarea de estequiometria en ese lugar, acompañados de un cigarro y dos cervezas. Despues de un rato, me llamo la atencion ver al viejo y vulgar cantinero sentado en la puerta de su bar de malamuerte, con su rodilla hinchada, con expresion de deseperanza en su rostro, con aires de nostalgia. -¿qué le paso en su rodilla don armando? -dije- ¡esta hinchadisima! - la pinche gota. -contesto mientras alzaba la cabeza para verme- Es una pinche enfermedad tan dolorosa. Si sigues de borracho, algun dia la sufriras. Ahora eres joven y te ries de la pinche vida, sientes que eres el mas aguantador chupando, que te cojes a las viejas que quieras en una misma noche y tantas otras tonterias que creen los jovenes, pero la vida siempre te pasa la factura de tus actos. Prendi otro cigarro, mi amigo se acerco a la platica y esto empe...
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