vampiro.
"la unica forma de poder matar a un vampiro es con la luz de dia o que el no beba ni una gota de sangre"
Aquella tarde el vampiro habia madrugado. Salio de su cueva donde dormia cada dia, se dio un buen baño, decidio no rasurarse, se puso su mejor traje, sus mejores zapatos, se peino hacia atras, se puso locion y salio de su casa ubicada en una colonia de malamuerte del estado de mexico.
Volo por toda la ciudad, a media noche se paro en la punta de la torre latinoamericana y contemplo un rato el panorama, la llovizna le daba un toque nostalgico a la ciudad mas grande del mundo, a la mas lacra, a la mas contaminada, la ciudad hasta donde los vampiros corren peligro. -Lluvia. Pa´ acabarla de chingar -murmuro a la vez que lanzo un largo suspiro. Se lanzo de la torre cual tipo que se suicida, se dejo asotar contra el pavimento (que no pueda morir no significa que no sienta dolor). Y estaba ahi, tirado mientras veia las estrellas, la gente que pasaba a esas horas pensaria que era un borracho cualquiera o un loco, nunca un indigente, un indigente no usa casimir. Algun ladron que intento asaltarlo solo encontro su muerte y de paso alimento al vampiro, que seguia ahi tirado como imbecil.
El vampiro buscaba su reflejo en los charcos, pero nunca lo encontro, queria verse, conocerse, no se acordaba de como era su rostro, hacia 207 años que no se podia ver en el espejo. La eternidad es una maldicion, pero un vampiro enamorado es lo mas terrible que puede existir sobre las leyes de la naturaleza, sobre las leyes divinas y oscuras, algo que ni en la cabeza de dios o del diablo puede caber. Algo que hace que los angeles y demonios lloren sangre.
El vampiro vuela por la ciudad, dejando a su paso lagrimas de sangre, sangre embarrada en las calles de la ciudad de mexico, una pequeña lluvia de sangre. Vuela hacia el norte, hacia la casa de su amada. La ve desde su ventana, la chica aun no se duerme por estar en internet o talvez por estar esperando a alguien.
Cualquiera pensaria que un vampiro enamorado convertiria a su amada en un ser igual a el para que el amor sea eterno, pero no, un verdadero ser enamorado no condena a su amada a semejante maldicion de eternidad.
Ella una chica ecepcional, hermosa, de cabellera oscura y larga, su piel clara y sus ojos de un oscuro mistico, de esas chicas que hace dios cuando esta drogado y sus poderes se agudizan mas. El vampiro, a pesar de ser vampiro, es un pobre diablo, un hombrecillo sin chiste. Pero el amor no se fija en esas cosas.
Toco despacio la ventana y su amada salio rapidamente al llamado con una sonrisa en los labios (la sonrisa mas hermosa en el mundo), se abrazaron y se besaron cual si llevaran años de no verse, y no es para mas, cuando dos seres se aman cada dia que pasan sin verse es como si fuera un año.
-¿por que tardaste tanto? Pense que no vendrias esta noche. -pregunto ella con tristeza en sus bellos ojos.
-Pase a cenar algo. No te preocupes, este no era inocente, era un rata cualquiera.
-Si, pero ya te he dicho que ninguna persona merece la muerte. Se que necesitas sangre para vivir y yo sin ti muero, pero esa no es la manera, ya sabes donde estan los bancos de sangre.
-¡bah! sangre helada. Es horrible. Me gustaria ver que comas tus alimentos congelados, a ver si puedes.
Las risas eran inevitables, cuando el vampiro estaba con ella se olvidaba de su soledad, del frio de su ataud, de la melancolia de sus dias. Pero ella cada dia crecia mas, el tiempo no se lleva con el amor.
-¿Cuando me convertiras en vampira? -preguntaba ella todas las noches y el siempre respondia lo mismo.
-Nunca. Te amo y jamas te condenaria a esta maldicion.
-Pero es que quiero estar contigo eternamente, hacer el amor todas las noches de nuestra eternidad, siempre a tu lado.
-No conoces la eternidad. Es lo peor.
Es triste la idea de que el tiempo pasa y la chica se ve al espejo y ya no es la joven de 17 años que conocio al amor de su vida aquella noche en algun bar. Ahora es una señora de 65 años enferma de pulmonia por tanto fumar, pero el vampiro aun toca su ventana y aun le hace el amor, aunque el jamas envejezca y siempre tenga su apariencia de 18 años.
Volo por toda la ciudad, a media noche se paro en la punta de la torre latinoamericana y contemplo un rato el panorama, la llovizna le daba un toque nostalgico a la ciudad mas grande del mundo, a la mas lacra, a la mas contaminada, la ciudad hasta donde los vampiros corren peligro. -Lluvia. Pa´ acabarla de chingar -murmuro a la vez que lanzo un largo suspiro. Se lanzo de la torre cual tipo que se suicida, se dejo asotar contra el pavimento (que no pueda morir no significa que no sienta dolor). Y estaba ahi, tirado mientras veia las estrellas, la gente que pasaba a esas horas pensaria que era un borracho cualquiera o un loco, nunca un indigente, un indigente no usa casimir. Algun ladron que intento asaltarlo solo encontro su muerte y de paso alimento al vampiro, que seguia ahi tirado como imbecil.
El vampiro buscaba su reflejo en los charcos, pero nunca lo encontro, queria verse, conocerse, no se acordaba de como era su rostro, hacia 207 años que no se podia ver en el espejo. La eternidad es una maldicion, pero un vampiro enamorado es lo mas terrible que puede existir sobre las leyes de la naturaleza, sobre las leyes divinas y oscuras, algo que ni en la cabeza de dios o del diablo puede caber. Algo que hace que los angeles y demonios lloren sangre.
El vampiro vuela por la ciudad, dejando a su paso lagrimas de sangre, sangre embarrada en las calles de la ciudad de mexico, una pequeña lluvia de sangre. Vuela hacia el norte, hacia la casa de su amada. La ve desde su ventana, la chica aun no se duerme por estar en internet o talvez por estar esperando a alguien.
Cualquiera pensaria que un vampiro enamorado convertiria a su amada en un ser igual a el para que el amor sea eterno, pero no, un verdadero ser enamorado no condena a su amada a semejante maldicion de eternidad.
Ella una chica ecepcional, hermosa, de cabellera oscura y larga, su piel clara y sus ojos de un oscuro mistico, de esas chicas que hace dios cuando esta drogado y sus poderes se agudizan mas. El vampiro, a pesar de ser vampiro, es un pobre diablo, un hombrecillo sin chiste. Pero el amor no se fija en esas cosas.
Toco despacio la ventana y su amada salio rapidamente al llamado con una sonrisa en los labios (la sonrisa mas hermosa en el mundo), se abrazaron y se besaron cual si llevaran años de no verse, y no es para mas, cuando dos seres se aman cada dia que pasan sin verse es como si fuera un año.
-¿por que tardaste tanto? Pense que no vendrias esta noche. -pregunto ella con tristeza en sus bellos ojos.
-Pase a cenar algo. No te preocupes, este no era inocente, era un rata cualquiera.
-Si, pero ya te he dicho que ninguna persona merece la muerte. Se que necesitas sangre para vivir y yo sin ti muero, pero esa no es la manera, ya sabes donde estan los bancos de sangre.
-¡bah! sangre helada. Es horrible. Me gustaria ver que comas tus alimentos congelados, a ver si puedes.
Las risas eran inevitables, cuando el vampiro estaba con ella se olvidaba de su soledad, del frio de su ataud, de la melancolia de sus dias. Pero ella cada dia crecia mas, el tiempo no se lleva con el amor.
-¿Cuando me convertiras en vampira? -preguntaba ella todas las noches y el siempre respondia lo mismo.
-Nunca. Te amo y jamas te condenaria a esta maldicion.
-Pero es que quiero estar contigo eternamente, hacer el amor todas las noches de nuestra eternidad, siempre a tu lado.
-No conoces la eternidad. Es lo peor.
Es triste la idea de que el tiempo pasa y la chica se ve al espejo y ya no es la joven de 17 años que conocio al amor de su vida aquella noche en algun bar. Ahora es una señora de 65 años enferma de pulmonia por tanto fumar, pero el vampiro aun toca su ventana y aun le hace el amor, aunque el jamas envejezca y siempre tenga su apariencia de 18 años.
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